¿Por qué es importante que los clientes verifiquen la muestra curada del sellador de silicona al momento de comprar?

Visibilidad del color:

Lo que se ve en el cartucho o en el papel es sellador húmedo. Tras el curado, el color puede oscurecerse o aclararse. Los clientes deben confirmar si el color final coincide con el de los azulejos, el vidrio o la piedra.

Aspecto de la superficie:

Algunas muestras curadas tienen un acabado brillante, mientras que otras son mate; algunas presentan una alta contracción y superficies irregulares. Los clientes desean ver la textura real después del curado.

Contracción y densidad:

Un sellador de alta calidad prácticamente no se contrae tras el curado, con una superficie densa y lisa, sin burbujas. Un sellador de baja calidad puede contraerse o agrietarse.

Por ejemplo:

Requisitos de dureza y elasticidad:

Demasiado blando: el sellador puede colapsar, tiene poca resistencia al desgaste y no es adecuado para aplicaciones estructurales o de carga.

Demasiado duro: el sellador pierde flexibilidad y pueden aparecer grietas debido a cambios de temperatura o movimientos de la construcción.

Rango típico: Los selladores estructurales pueden alcanzar entre 40 y 60, mientras que los selladores sanitarios o de ventanas y puertas suelen estar en el rango de 25 a 45.

Elasticidad (Elongación/Recuperación)

Debe tener un alargamiento suficiente (>200% o incluso 400%), para que cuando el sustrato sufra expansión térmica, contracción o ligero movimiento, no se desprenda.

La elasticidad también determina el rendimiento del sellado (evitando que se formen espacios debido al desplazamiento).

En resumen, al seleccionar un sellador de silicona, si tiene una muestra curada, asegúrese de estirarla , apretarla y pellizcarla usted mismo. Un buen sellador presenta tres características clave: no se encoge, recupera rápidamente su forma al tirar y es muy resistente al presionarlo.